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BET

Por: Pablo Vallejo

Head coach, triatleta y runner.

Probablemente el triatlón más esperado de los últimos 3 años. No les quiero aburrir con la historia de la carrera, en realidad, con la historia del triatlón que empezó en Hawaii. Hoy les quiero hablar desde la perspectiva de entrenador. ¿Cómo se vive una clasificación y el entrenamiento, para un objetivo que es el sueño de muchos, pero se vuelve realidad de unos pocos? Normalmente de “unos pocos” que buscan hacer las cosas de una manera diferente, de estos “pocos” que persisten y en algunos casos, son solo una gota más consistentes, metódicos, analíticos y también algo más “locos” que la gran mayoría, pero esa gotita (como decimos en Ecuador) que puede marcar una gran diferencia.

Con José María habíamos compartido algunas carreras y charlas durante algún tiempo. En alguna de esas conversaciones, luego de que había ganado el overall age group del Ironman 70.3 Ecuador, recuerdo haberle dicho: “Tienes todo para romper el récord del Ironman de Ecuador”, récord de un amigo en común al que los dos admiramos y ha sido unos de nuestros referentes en el deporte, quien con orgullo puedo decir que hoy entrena también en BET Endurance: el gran Pato Vergara. Sin embargo, hoy en día, el récord le pertenece a otro grande del triatlón de larga distancia, Román Bravo quién también, participará del mundial este 6 de octubre.

En aquella conversación, recuerdo que José María me dijo: “Estás loco, será mi primer Ironman full, voy a ir a aprender”. Para esto, en aquella época, José María entrenaba con otro entrenador con quien logró excelentes resultados, otro referente del triatlón, Giovanni Marmol. No obstante, llegó noviembre del 2019 y José María, bajo la guía de Giovanni, alcanzó el primer puesto de la categoría, récord nacional y aseguró su clasificación a Kona 2020 en su primer intento.

Unas semanas después me vibra mi celular, llega un mensaje de José María: “Oye, ¿cuándo nos podemos reunir?”. Yo, sorprendido, le digo que cuando guste. Su primera pregunta fue: “¿Tienes tiempo para entrenarme?” Me cuenta que está con ganas de probar algo nuevo y que había pensado en mi persona como entrenador. Mi respuesta fue que por supuesto que tendría el tiempo, pero por dentro yo me decía a mi mismo, “que miedo, este man ha ganado todo, probablemente es el mejor triatleta de larga distancia del Ecuador, ya me jodí”.

Como entrenador he tenido que enfrentarme a retos mucho más grandes de los que me había enfrentado como deportista, este era uno de esos. Empezamos a trabajar en un programa de entrenamiento enfocado en Kona 2020. Con mucha comunicación logramos personalizar un plan de entrenamiento súper enfocado en llegar al mundial, pasando por primera instancia juntos el Ironman 70.3 Ecuador 2020.

Lucas Almeida – Kona, Hawaii
José María Ponce, Andrés Eljuri y Lucas Almeida – Kona, Hawaii
José María Ponce – Kona Hawaii

Al inicio el proceso de adaptación del José María a la metodología fluyó fácilmente, incluso en poco tiempo logramos evidenciar varias mejoras hasta que llegó marzo del 2020, la pandemia. Con bastante estrés, desconcierto e incertidumbre, pasaban los días y no se veía una salida, evidentemente los retos, objetivos y carreras quedaron de lado. Cambiamos el enfoque, a pesar de la distancia entre todos, el grupo y Zwift ¨nos salvaron¨. No solo el José María se integró a la comunidad, sino que fue un gran aporte y con el tiempo sus enseñanzas y experiencia fueron fundamentales en el crecimiento del grupo. Ahora toda la familia Ponce entrena en BET (risas). Justo en esta época y aferrados a la virtualidad, en una de las carreras que tuvimos que organizar en Zwift para mantener a los deportistas entretenidos, veo un nombre nuevo entre los inscritos, Lucas Almeida… me cuentan que es un ciclista cuencano. Recuerdo claramente, era un sábado de pandemia la carrera terminaba en el famoso Alpe`du Zwift, icónico puerto de montaña de Watiopia (mundo virtual de Zwift), veo que se escapa del grupo en el ascenso, nadie sale en su cacería, me dije “no puede ser que nos gane…” Salgo con todo tras él y logro llegarle faltando unos pocos kilómetros para culminar el ascenso, mi esfuerzo fue tal, que mi esposa bajó a ver qué me estaba pasando, asustada me dice: “Estás loco, te vas a morir”. Tenía razón, si seguía así unos minutos más podía colapsar. Por suerte logré rematar en la parte final y ganarle. Unos días después, Lucas me contacta y me cuenta que tiene una marca de nutrición deportiva y se ponía a las órdenes, me comenta que algún rato le gustaría entrenar en BET, le digo que con mucho gusto, que tiene un gran potencial. No volvimos a hablar en algunos meses.

Pasaron los días, pasaron los meses y todos nos hicimos a la idea de que las carreras estaban lejos, José María se resignó, decidimos seguir con entrenamiento pero cambiando totalmente el enfoque el cual consistiría en mantenimiento, nada más. Mis ganas de demostrarle a José María que podía nadar, rodar y correr más rápido se quedaron ahí.

Por fin llegó el 2021 y los primeros meses pudimos trabajar sin problema, volví a ver números muy interesantes y la ilusión volvió. Cada vez estábamos más cerca del primer Ironman 70.3 que se pudo organizar en la región, el Ironman de Manta, Ecuador. El mayor limitante en ese momento el cual ha persistido, el tiempo que dedica a su entrenamiento. Con José María hay que lograr eficiencia en su máxima expresión; papá, esposo, gerente, miembro de directorios, en fin, una agenda complicada para incluir en una semana las 3 disciplinas del triatlón pensando en que no solo queremos rendir, sino ganar. Ahí destaco esa capacidad de conocerse, de analizar cada detalle, de no dejar nada al azar que tiene José María.

Llegó julio del 2021 y era ¨nuestro debut¨. Unas semanas antes a la carrera, llegó el COVID y algunas secuelas, entre esto, algunos días de para, tanto José María como yo no pudimos ocultar los nervios previos a la carrera. Nunca le había visto tan nervioso por lo que yo debía mostrar calma, estaba seguro de lo que podía hacer pero uno nunca sabe hasta cruzar la meta. Fueron días de mucho estrés porque además, no solo competía José María sino que una gran cantidad de BETs que estaban ansiosos luego de tanto tiempo sin carreras.

Finalmente, llegó el día y lo que esperábamos pasó, victoria en el age group, overall y record. Logró su mejor natación, mejor potencia normalizada y mejor ritmo de carrera de todas sus carreras de la historia. Los nervios fueron alegría y tanto Jose María como yo, nos quitamos un gran peso de encima. Ahora sí podíamos pensar en Kona. En medio del proceso, otra noticia, el mundial no será en octubre, será en febrero 2022. Otra noticia que trastocaba todo el proceso que teníamos pensado, había que bajar las cargas y pensar en el próximo año. Otro mail de los que nos estábamos acostumbrando de cancelación de carreras, ahora ya no será en Kona, el mundial será en St. George Utah en mayo del 2022, otro cambio de planes. Recuerdo una llamada, “Huevón, ¿qué hago? ¿Difiero el cupo para octubre 2022 o vamos a St. George?” Mi primera respuesta fue, “¡Vamos a St. George! Clasificas a Kona en Florida”. Para esto, habíamos definido encontrar una carrera el último trimestre del 2021 como preparación para el 2022 ya que el mundial no sería en febrero. El riesgo era que si no quedaba primero, se despedía de Kona ya que el cupo obtenido el 2019 iría a St. George. Definitivamente, nos gustan los retos y estoy seguro que trabajar con presión nos hace mejores. Llegó noviembre, tras algunos meses de preparación, una lesión en la pantorrilla le impide correr durante algunas semanas (y como siempre le digo y le tengo harto, ahí está por no fortalecer). Pero el trabajo ya estaba hecho, estaba en su mejor momento. Nos reunimos como siempre antes de cada carrera y me dice: “Bueno ahora sí, olvídate de la lesión, ¿a cuánto debo correr?” Planificamos los ritmos posibles de natación, vatios en la bici y le digo, y luego corres a tanto… “¿En serio me estás diciendo?” me responde. Le digo: “Me estás diciendo que me olvide de la lesión, estás bien, claro que puedes. Dale con todo que Kona espera”. Y como varias veces le había dicho… “preparate para una sorpresa”.

Septiembre 2020: decidimos como una estrategia de crecimiento de la empresa trasladar nuestra operación a Cuenca por algunas semanas. Hace algunos meses una triatleta con gran proyección internacional había empezado a entrenar con nosotros Annamarie Torres, era una buena oportunidad para realizar algunos tests, entrenar con ella y juntarnos con la comunidad. Al día siguiente de nuestro arribo, un mensaje, era de Lucas. Me pregunta si podemos salir a entrenar, le respondo con agrado que sí. Dos días después ya estaba entrenando en BET, su objetivo, una famosa carrera de Gravel en Estados Unidos. Yo sabía que era un gran ciclista y que bien preparado, podía alcanzar grandes cosas. Le empiezo a seguir en Instagram y veo que había hecho algunos triatlones, incluso un Ironman completo en Cozumel, me pregunto, ¿será que no le gustó el triatlón?

Pasaron los meses, todo su Training Peaks era verde, veo un progreso enorme sin todavía hacer nada muy específico, las carreras estaban lejos y estábamos trabajando en su base aeróbica. En enero del 2021, pum, COVID, días difíciles de recuperar, el pulso super alto y malestar en general, en ese entonces seguía siendo un enigma el tema de la recuperación y las secuelas que podría experimentar. La decisión fue retomar con mucha cautela, le pregunto: ¿Tienes 3 horas diarias para salir a rodar? Me dice que sí, que él se organiza en el trabajo y que está dispuesto. Fueron algunas semanas de salir a rodar 3 a baja intensidad sin pasarse de ciertas pulsaciones. La estrategia funcionó. Esa base aeróbica fue la punta de lanza de un incremento progresivo y sostenido de su rendimiento que no ha parado. Empezaron los rumores de la posibilidad de que pueda organizarse el Ironman 70.3 Ecuador, un día Lucas me pregunta: “¿Coach crees que pueda hacer el Ironman?”. Yo sabía que no había corrido ni nadado algunos años, y es por esto que le digo: “Veamos como toleras las cargas de las otras disciplinas”. Para esto ya la carrera de Gravel en Estados Unidos había sido cancelada. Volcamos todo nuestro enfoque al triatlón, y empezamos con la planificación. Al inicio, Lucas quería llegar relativamente bien y no ahogarse, romper el récord del circuito de bici y llegar así sea caminando. Esto era a finales de abril, teníamos mayo y junio para diagramar la estrategia. Empiezo a ver que no ha sido un mal corredor y que se defiende muy bien en el agua, destaco aquí su capacidad de adaptación y enfoque, en un par de semanas le llamo y le digo: “Nada que romper el récord de la bici, vamos a pelear el primer puesto de la categoría, tienes todo”. Su respuesta: “Si tu dices, vamos”. Ese día empezó la transformación de un muy buen ciclista a un gran triatleta.

En esos días en Cuenca, yo estaba preparándome para correr la maratón de Boston virtual en septiembre del 2020 ya que por la pandemia se suspendió la original a la que había clasificado. Lucas me cuenta que tiene un amigo al que le gusta correr, además que hace poco había empezado a hacer deporte, antes la fiesta era lo que le movía. “Está loco”, me dice, odiaba el rodillo, me criticaba en el encierro por pasarme subido en la bici frente a Zwift. Le convencí que pruebe y le encantó. Dile un día que venga a correr, así tengo alguien que me acompañe en estas largas que me faltan antes de la maratón. Así fue como conocí a Andrés Eljuri, me di cuenta que el deporte se volvió su obsesión en nuestro primer entrenamiento. Yo tenía que correr alrededor de 26 kilómetros con algunos cambios de ritmo, tenía programada toda esa estructura en mi reloj, el cuál me advertía cuando tenía que correr más rápido o más lento, recuerdo que eso le llamó mucho la atención a Andrés, me acompañó con esfuerzo todo el recorrido, me di cuenta que era super competitivo y que podía dejar todo en la cancha, tenía un gran futuro como corredor. Estábamos acabando el entrenamiento y le digo: “Listo, ahora nos toca 5 minutos de aflojamiento y bajo el ritmo considerablemente”. Me responde: “Nooooo!!! Se me daña el ritmo en el Strava”. Mmmmm pensé, si decide algún día entrenar en BET, voy a tener que hacer un gran trabajo en este tipo de cosas. Unos meses después me contacta, “Pablo, quiero empezar a entrenar”. Me cuenta que había hecho una vez el Ironman de Manta pero que ahora quiere mejorar. Así empezó la historia de Andrés, otro rato les contaré cómo se convirtió en el Alcalde de Watopia y en el 2022 será el primer y único ecuatoriano en participar en 3 mundiales de Ironman en un mismo año.

Noviembre 2021: empieza el Ironman Florida, una natación extrema, desde Ecuador algo nervioso le llamo al coach Javi Fiallo quien había viajado a Florida con David Zamora acompañando a Gaby Delgado quién debutaba en su primer Ironman, de paso estaban prestos a ayudar a un par de BETs que participaron también de la carrera, entre ellos el José María. Le digo, “Oye que pasa, ¿por qué no salen del agua?”. Me comenta que el clima está terrible, mucho frío y viento pero que se espera que mejoren las condiciones para el transcurso del día. Pasan los minutos y con unos 10 a 15 minutos más de lo esperado sale José María, yo atento al tracking veo que está en puesto 6, sabía la presión que tenía si quería cumplir su sueño de Kona.

Mientras tanto yo entrenaba aquí con algunos amigos y todo el tiempo sacaba mi celular del jersey para ver qué estaba pasando. Cuarto, segundo, primerooooo… Veo que el promedio de velocidad de la bici era impresionante, me pregunto cómo le estará yendo en el overall, para sorpresa, primero también. Todavía faltaba mucho tiempo, calma. Le llamo a Javi y le cuento, ellos fueron felices a la transición, un ecuatoriano se bajaba primero de la bici, le digo: “Dale confianza, avísale que está con tiempo sobre el segundo y que mantenga la compostura. Los temores de la lesión empezaron a aparecer, dile que vaya tranquilo y que esté atento de la técnica”. Todos mis mensajes fueron entregados con mucho tino.

Aquí empezó lo bueno, una vez que llegué a mi casa saqué la computadora y en una plataforma de estadísticas de triatlón miré de uno en uno a sus principales rivales, teníamos que tener una idea de que tan buenos corredores eran para verificar cuánto tenía que aguantar en la maratón. Había uno en especial del que teníamos que tener mucho cuidado, era el segundo en la clasificación general, no era su categoría pero ahora el enfoque cambió, Kona estaba casi asegurada, esta vez había que pelear por el primer puesto en la clasificación general. El ritmo era el que habíamos quedado, nuevamente destaco aquí lo frío y calculador en momentos difíciles, este rival se acercaba con peligrosidad pero el José María ya había hecho los cálculos necesarios, si sostenía el ritmo los últimos kilómetros, este norteamericano con más de 14 Ironman en su haber y algunos primeros puestos no le alcanzaría, y así fue. Cruzó la meta en primer lugar, otra vez había ganado su categoría y esta vez en su segundo Ironman completo, también ganó la clasificación general. Un gran logro para una persona que entrena no más de 12 a 14 horas a la semana y se enfrenta con varios participantes que entrenan el doble que él. Suena mi teléfono, una videollamada, “ganaste chhhhhh” le grito. “No, ganamos” me dice con lágrimas en los ojos, “somos un equipo pana”.

Julio 2021, Ironman 70.3 Ecuador: Teníamos ya el ganador del overall casi asegurado pero atrás estaba la pelea. Lucas venía haciendo una carrera impecable, una buena natación, un excelente segmento de bici, pero la diferencia la marcó en la carrera a pie, ese siempre había sido su talón de aquiles, corría bien pero no marcaba ninguna diferencia, esta vez se mandó una de las medias maratones más rápidas de la carrera, 13 minutos menos que en el 2019 y 18 minutos más rápido en total. Primer puesto de la categoría y segundo puesto de la clasificación general. Me había dicho que solo quería hacer este Ironman y volver a la bici, tenía pensado incluso vender su bici de triatlón. Unas horas más tarde estaba clasificado al mundial 70.3 de St. George… ahí quedó la idea de vender la bici. Empezamos la planificación inmediatamente. Para todo esto, Andrés tuvo una de las peores nataciones de su vida, no sabíamos qué pasó, había mejorado en el agua, fue simplemente un mal día, la recompensa, el mejor tiempo en bici y trote de su categoría, quinto puesto y la posibilidad del mundial. Hasta antes de la pandemia se premiaba a los 5 primeros de la clasificación por grupos de edad, esta vez solo hasta el tercero, se quedaron las ganas de subirse a su primer podio, pero bueno, teníamos un mundial por delante.

Lucas y Andrés tenían un mundial por delante, José María no agarró el cupo para concentrarse en lo que hasta entonces estaba asegurado, Kona. En el mundial en Utah, Lucas fue el ecuatoriano más rápido y ocupó el puesto 24 de su categoría, gran logro para el tipo de tempestad que experimentaron en la carrera. Aparentemente ahí terminaba la historia, se vendía la bici y chao al triatlón. En una conversación con Andrés, quien tenía entre ceja y ceja participar en un Ironman completo le digo, “oye y por qué no le dices al Lucas que corra también, sabía que iba a ir a la carrera como abasto. Pero ya estando allá, por qué no, tiene tiempo para prepararse y tiene la base necesaria”. Efectivamente Andrés le convence a Lucas para hacer su segundo Ironman full, se había traumado con la distancia desde la última vez en Cozumel, pero entre los dos le convencemos. Llega octubre del 2021, el Ironman escogido fue Wako, primera vez en esa ciudad de Texas. No teníamos mucha información del recorrido, sabíamos que iba a estar caliente, pero ese día fue extremo. En la información de la carrera decía ¨flat¨ tanto la bici como el trote, nada que ver, tuvieron que enfrentarse a subidas interminables y mucha humedad. Mucho no habíamos entrenado para esas condiciones.

El día de la carrera, los dos estaban bien, excelente promedio en la bici, habían salido bien del agua. Qué raro, Lucas no se mueve, me pregunto qué habrá pasado. Andrés llega antes a la transición, para esto César, uno de nuestros atletas que competiría el siguiente día en el 70.3 me mantenía informado de las condiciones. El estaba descansando para su carrera en un hotel cerca del área de transición. Lucas de segundo puesto pasó a sexto o séptimo, había pinchado dos veces, la primera logró parchar y continuar sin problema, para la segunda, ya no tenía lo necesario, un alma caritativa le regaló un tubo y Co2 y pudo resolver el problema, ya había perdido como 16 minutos. Faltaba la última parte de la bici y tenía una maratón por delante. Poco a poco fue remontando, estaba segundo y a menos de 2 minutos del primero. Ese rato le llamo a César, “levántate por fa, sal a verle y meterle presión al Lucas, creo que sí le puede alcanzar al primero”. César dejó su confortable cama, cruzó la calle, corrió con todo y alcanzó a ver los últimos metros de la carrera, cuando llegó ya fue tarde, luego de un final de infarto, lamentablemente el tiempo perdido en la bici le impidió a Lucas hacerse con el triunfo. Segundo puesto y clasificación a Kona, nada mal. Para sorpresa de todos, Andrés en su debut obtuvo el cuarto puesto, 14 en la general y esta vez premio, clasificación a Kona. Nuevamente la idea de vender la bici y dedicarse solo a rodar quedó en el aire para Lucas tendría que esperar un año más.

Mayo 2022: José María había cambiado su clasificación a Kona por St. George, primer mundial fuera de Hawaii y unas condiciones muy diferentes a cualquier Ironman hasta el momento. Andrés y Lucas les había llegado una invitación a participar en esta carrera, los dos me llamaron y les dije que de una. ¡Qué suerte! Ambos conocían la ciudad, ideal para competir y uno de los lugares más icónicos en cuanto a deportes de resistencia, valía la pena. El año pasado tuvimos más de 14 BETs clasificados al 70.3, me enamoré de esa ciudad, ahora tenía pretexto para ir nuevamente, esta vez serían 6 BETs quienes participarían en el mundial. Probablemente fue la carrera más difícil del circuito, mucho viento, un terrible desnivel y un calor infernal les acompañó en toda la carrera, 1 de cada 3 participantes se retiró. Fue mucho aprendizaje enfrentarse con los mejores del mundo, para sorpresa de todos, José María se ubicó en el puesto 10, Lucas en el 11 y Andrés en el 29. Nada mal para ser su primer mundial.

Los tres se quedaron con un sabor agridulce, saben que les pudo ir mejor pero a la vez pudimos sacar algunas conclusiones, Kona será aún más difícil.

Julio 2022: Ironman 70.3 Ecuador. José María está abarrotado de trabajo, intenta pero no puede seguir con la preparación para Manta, tomamos la mejor decisión, “no forcemos la máquina, estás a mil, bajemos la carga y pensemos en Kona”, era muy complicado llegar al 100% a julio y conociéndole como le conozco, fue la mejor decisión, es tan competitivo consigo mismo que se habría recriminado el hecho de no llegar en su mejor forma.

Junio 2022: viajo a Cuenca unas semanas antes de la carrera para hacerles algunos tests junto con Marcelo Delgado, un joven triatleta con mucha proyección. Me quedo impresionado de la forma del Lucas, estoy seguro que junto con Marcelo, el futuro del triatlón de larga distancia está en buenas manos, sabía que iban por algo bien importante a Manta. Establecemos los ritmos de carrera y listo, a competir. Lucas obtiene el segundo puesto nuevamente, esta vez tras un colombiano que había sido profesional en su mejor época, gran triatleta de corta distancia y ahora Ironman. Lucas mantuvo una gran pelea por ese segundo lugar con Marcelo, eso le hace romper el récord de age group de ecuatorianos: 4h17. Y marca 13 minutos menos que el año pasado, obteniendo así el 6to mejor tiempo incluyendo a profesionales, así aseguró su clasificación al mundial 70.3 en Finlandia 2023.

Luego de una natación impresionante de la cual bajó 13 minutos del año anterior una de las bicis más rápidas del circuito y una media maratón de 1h26, Andrés aseguró podio, clasificación al mundial y no solo eso, sino que también el primer puesto de su categoría y 28 minutos menos que en el 2021. Gran motivación para seguir con su preparación a Kona. Ahora el famoso Alcalde de Watopia, quien ha recorrido todas las calles de todos los mundos de Zwift y hace casi el 90% de su entrenamiento conectado a esta plataforma llega a su primer mundial en Kona, hace 4 años no tenía bici de ruta, se pasaba de fiesta y el deporte era algo que hacían unos locos.

Lucas Almeida y Andrés Eljuri – Kona, Hawaii
Lucas Almeida – Kona, Hawaii
Andrés Eljuri – Kona, Hawaii

Octubre 2022: llega el momento, 3 procesos muy diferentes, primera vez en la historia que la carrera se divide en 2 días, el Lucas correrá este 6 de octubre, José María y Andrés el 8 de octubre

¿Qué Esperar?

Lo que les puedo decir, van a dejar todo, están conscientes de sus limitaciones, de las condiciones, de la temperatura, de lo difícil que es simular en entrenamiento lo que se vive en la isla, pero a la vez saben cuántas horas han invertido para dar todo ese día. Sí, se sacrifican muchas cosas, fiestas, horas con la familia, hobbies, pero probablemente estas vivencias las recuerden toda su vida y hasta sus nietos estarán orgullosos de estos logros. Como dicen, luego de acabar un Ironman te das cuenta de que todo es posible, me imagino que ese sentimiento se multiplicará cuando terminas un Mundial en Kona.

Esta vez son ecuatorianos, primera vez con tanta participación de este pequeño país. Carolina Ponce, Paola Gamboa, Román Bravo, Fabricio Ávila, también estarán compitiendo el 6 de octubre. Suerte para todos y seguramente les contaré los pormenores de la carrera en algún blog como este.

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