EL FACTOR ENFOQUE (la mejor intervención en el rendimiento)

¿Te has preguntado por qué, a pesar de entrenar sin parar, sacrificarte y darlo todo, algunos amigos o amigas tienen una gran ventaja sobre ti?

¿También te has preguntado por qué, después de cumplir tus carreras y alcanzar tus objetivos, pierdes el enfoque y la motivación?

¿Te ha sucedido que corres una maratón, completas un ultra o terminas un Ironman y luego dejas de entrenar durante meses?

Aquellos que tienen esa ventaja tienen un plan; ahí radica la gran diferencia. Saben que para su próximo objetivo no pueden comenzar a entrenar dos meses antes, saben que deben comenzar YA. Esto no significa que tengan que empezar a entrenar de inmediato después de completar una carrera importante. Dentro del plan, habrá un período de descanso después de esa carrera, pero deben saber cuánto tiempo durará, cómo regresar y hacerlo de manera progresiva. Quienes tienen esa ventaja generalmente sacan conclusiones sobre qué mejorar, discuten esto con su entrenador y juntos elaboran un plan.

Se ha comprobado que aquellos que comienzan a prepararse con anticipación para sus eventos tienen una gran ventaja, mucho más que el beneficio de los nuevos zapatos con placas de carbón, la nueva nutrición que permite ingerir más carbohidratos o incluso una bicicleta más liviana que ahorra vatios. Quienes tienen la ventaja comprenden que para mejorar, no pueden esperar meses para “motivarse” nuevamente.

Esta decisión puede representar hasta el 15% de mejora en su rendimiento. Ahora, si a esto le sumas una mejor nutrición, esos zapatos rápidos o esa bicicleta más liviana, solo entonces aprovecharás al máximo esas ganancias marginales que pueden representar un 2%, 3% o 4%. Pero imagina lo que puede significar ese 15% adicional solo por enfocarte y comenzar YA. La decisión está en tus manos…

Y si a este porcentaje le sumas algo que hemos comprobado a lo largo de años de recolección de datos, cumplir más del 85% de tu plan de entrenamiento, la diferencia con alguien que no lo cumple correctamente, que no regula las intensidades, que entrena menos o en muchos casos, entrena más, puede ser de más del 35%. Sí, el 35%. Quienes siguen un proceso, mantienen una buena relación con su entrenador y, sobre todo, cumplen el plan, tienen una ventaja impresionante.

El mérito siempre recae en el enfoque y la ejecución; siempre es del atleta. El entrenador es solo el director de orquesta en muchos casos. Así que levántate, decide y enfócate.