El primer ciclista que se depiló fue el italiano Giovanni Gerbi en 1904, indicando que lo hacía para ganar milésimas de segundos. Sin embargo, hay quienes defienden esta teoría y otros estudios que la desmienten. Ahora bien, los últimos análisis en túneles de viento confirman que sí mejora la aerodinámica del ciclista y por tal razón estar depilado le hace ir más rápido, especialmente en carreras como triatlones o contra-reloj en las que muy pocos segundos pueden decidir la victoria. 

También debemos tomar en cuenta que el riesgo de accidentes en las vueltas es elevado por la velocidad y el pelotón que se genera. En las caídas de ciclismo las quemaduras en la piel son muy comunes por el roce con el asfalto, pero cuando la piel está libre de vello es más fácil limpiarla y curarla, por lo tanto sanará más rápido. Por eso una de las principales razones es evitar infecciones en caso de sufrir alguna herida abierta. Adicional, al ser eventos multi-etapa los ciclistas reciben masajes de recuperación después de cada sesión. El uso de ventosas o de terapia manual será menos doloroso y también las cremas o aceites que se utilizan tendrán mejor absorción si se aplica directamente en la piel sin pelo. 

Por último, otra de las grandes razones es la higiene y la temperatura corporal. Al estar en actividad física durante varias horas la sudoración se intensifica y buscamos que la temperatura corporal siempre sea la adecuada para rendir mejor. Al tener vello en las piernas este impide que el sudor pueda esparcirse sobre la superficie, por lo tanto el cuerpo pierde de cierta forma la capacidad de refrigeración.